La sociedad en su
conjunto y las personas que la conformamos, nos encontramos en un permanente
intercambio de bienes y servicios, tales como venta de bienes raíces, bienes
muebles, semovientes, arriendo de locales, oficinas, terrenos, viviendas,
prestación de servicios profesionales, contratos de trabajo, compra de ropa,
calzado, medicinas, préstamos de dinero, etc.
El problema surge
cuando por un lado no se establecen las reglas de forma clara desde un
principio, o cuando por otro lado existe mala fe e incluso dolo en una de las
partes contratantes.
Precisamente para
evitar estafas, pérdidas de tiempo e inciertos litigios futuros, recomendamos
aplicar los siguientes mecanismos cuando se trate de realizar contratos y/o
trámites de cualquier tipo:
1.-ASESORARSE.-Lo
primero es aceptar que no se puede conocer de todo, y menos aún de forma
precisa. Hay que buscar asesoría legal en un centro especializado para aquello.
Si bien algunas cosas son de sentido común, pero a través de pequeños detalles
o procedimientos ingresan grandes problemas. A veces es esa cláusula que pasó
desapercibida o que no se la puso, la que nos origina una serie de dificultades.
Por estas razones, lo primero que se debe hacer es buscar asesoría. Es
preferible gastarse unos $ 10 o $ 20 dólares en una consulta, que después verse
envuelto en un problema legal o administrativo, perder tiempo y lo más
importante la tranquilidad.
2.-REQUISITOS.-Todo
contrato o trámite tiene requisitos que por Ley deben cumplirse. Sin ellos,
puede acarrear nulidad o invalidez del acto o proceso. Para ello debemos acudir
a las instituciones encargadas o hacerlo por medio de sus páginas web y
consultar que requisitos son necesarios para tal o cual trámite o contrato.
Después solo será cuestión de ir recopilando cada uno de los requisitos de
forma paciente y constante. Eso sí tomar en cuenta que ciertos requisitos, como
determinados formularios municipales o tributarios, caducan dentro de un corto
plazo, por lo que se deberá agilitar al máximo.
3.-PROCEDIMIENTO.-Es
el conjunto de pasos que se requieren realizar para llegar a un resultado
concreto. A veces el procedimiento es largo, complejo y oneroso. No importa. Un
gran problema se lo puede resolver fraccionándolo en muchos pequeños pasos, es
decir si subir la escalera completa es muy cansado, podemos hacerlo peldaño a
peldaño. Eso sí, conocer el procedimiento exacto de cada contrato o trámite es
muy importante, para lo cual se debe buscar asesoría jurídica.
4.-OBJETIVIDAD.-Este
último punto es muy importante, pues de la objetividad (claridad, precisión,
reflejo adecuado de la realidad) podemos garantizar la eficacia de un contrato
o trámite. Así por ejemplo, si estamos prestando dinero a una persona para un
negocio, debemos analizar si dicho negocio es rentable para que después pueda pagarnos
el capital y los intereses; o si vamos a arrendar un departamento, ver los
antecedentes de los probables arrendatarios con el fin de cerciorarnos que son
gente decente, trabajadora y que por ende podrán cancelar las mensualidades del
arriendo y no harán reyertas o algazaras en el bien inmueble arrendado.
5.-GARANTÍA.-Para
poder garantizar la ejecución de una obligación en un contrato o trámite, es
necesario tener los mecanismos adecuados. Así por ejemplo cuando se arrienda un
local, en el contrato se debe estipular 1 o 2 meses de arriendo como garantía
para las reparaciones locativas futuras. O cuando se presta dinero entre
particulares, el deudor debe firmar una letra de cambio por el monto del capital
e intereses del préstamo, a favor del acreedor. Es decir, en todo contrato o trámite
se debe buscar el mecanismo para garantizar la ejecución de acuerdos y
obligaciones.
6.-LEER
Y FIRMAR.-Casi todos los contratos y trámites se los deben realizar
por escrito, y deben llevar la firma de los interesados. Firmar un documento no
es cualquier cosa, pues la firma de una persona implica su aceptación expresa
del contenido que ahí se encuentra. Por tales razones se recomienda leer bien,
una o dos veces, cuando se trate de firmar un contrato o el inicio de un
trámite, para cerciorarse de que lo que está ahí escrito no afecte nuestros
intereses y responda a la realidad de lo que estamos queriendo hacer.
7.-GUARDAR
ORIGINALES Y/O COPIAS.-Una vez que firmamos un contrato,
recibo, letra de cambio, pagaré, cheque u hojas de trámites, lo más aconsejable
es guardar bien los originales y/o sacar copias del mismo, pueden ser copias
simples o de ser posible, copias certificadas en una Notaría Pública. Con esto,
y por más tiempo que pase, o que la otra parte niegue o intente menoscabar un
hecho o un derecho, habrá una prueba documental, que nos servirá en procesos
judiciales o administrativos.
Como vemos, es
relativamente sencillo evitar estafas,
pérdidas de tiempo e inciertos litigios futuros, siempre y cuando se cuente
con la asesoría legal necesaria. Si desea realizar algún contrato o trámites de
cualquier índole, puede contactarnos al correo electrónico:
nicoegaabogacia@gmail.com ; o al whatsapp: 0998725157.
Abg. Nicolás
Gualle
ASESOR
JURÍDICO
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