Por: Abg. Nicolás Gualle – 0998725157
El día de hoy vamos a realizar una pequeña pausa en el
camino de las consultas, litigios y resolución de causas, para dedicarnos a
reflexionar sobre el ABOGADO Y LA SOCIEDAD, principalmente en estos años
postpandemia. Este ensayo es un mensaje tanto para colegas, estudiantes de
leyes y el gran público general.
La abogacía, como todo en la sociedad, se va
transformando de forma incesante en el tiempo y el espacio. Si bien algunas de
sus bases son las mismas y se mantienen sólidas, existen otros campos del
ejercicio profesional, del conocimiento jurídico y del mismo derecho que
cambian constantemente.
Así, por ejemplo, la forma de captar clientes ha
cambiado profundamente. En los años 80 y 90 del siglo pasado, e incluso en la
primera década y media del presente siglo, en la abogacía se acostumbraba a
instalar un despacho en un lugar destacado y ‘hacer’ horario de oficina,
esperando que los transeúntes que estén interesados ingresen, o que, lleguen
las personas remitidas directamente por alguna cooperativa, sindicato o
universidad.
En la actualidad, al cliente no se le encuentra, sino
que es él quien nos encuentra cuando busca una solución a su problema mediante
el internet. En mi experiencia, han sido mis páginas web y blogs los que me han
abonado una gran cantidad de clientes en las distintas materias.
De momento, éstas son las páginas que mantengo en
constante desarrollo y actualización:
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https://centrojuridicongya.blogspot.com/
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https://abogadonicolasgualle.com/
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https://www.abogados-ecuador.org/
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https://catedra-juridica-ecuador.medium.com/
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https://tramites--ecuador.blogspot.com/
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https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com/
Otra cuestión importante en la abogacía en la
actualidad es el manejo correcto de las TICS (Tecnologías de la Información y
Comunicación), pues muchos trámites, diligencias y audiencias se realizan por
medios telemáticos, por lo que los abogados debemos conocer bien su manejo y,
además, contar con los soportes y herramientas técnicas para su ejecución.
De igual manera, con la masificación del internet y de
las nuevas tecnologías de la información y comunicación, el conocimiento
jurídico ya no es exclusivo de los abogados, sino que el gran público en
general tiene acceso fácil, masivo y rápido a Códigos, Leyes, Sentencias y
Resoluciones, entre otros documentos legales. Esto ocasiona que, los abogados
debamos ya no solo conocer las leyes (que pueden conseguir y leer los clientes
por su cuenta), sino y principalmente, esforzarnos por su aplicación práctica y
efectiva para la resolución de los problemas que existen en la sociedad.
Otra situación igual de importante del rol del abogado
en la sociedad del siglo XXI, es que, si bien existen grandes cambios
tecnológicos, el abogado debe conservar su esencia de jurisconsulto, letrado y
líder intelectual / social que tuvo en las épocas pasadas del siglo de la Ilustración
y del Siglo de las Masas. El abogado no es ni puede ser un simple ‘defensor
técnico’, pues se le está ‘castrando’ su esencia, debilitando sus raíces
históricas y razón de ser.
En ese sentido los abogados debemos continuar con
nuestro papel de patrocinadores jurídicos y, simultáneamente, ser líderes
intelectuales y sociales en distintas áreas, contribuir con la elaboración de
pensamiento crítico, ser la conciencia democrática de la sociedad.
En resumen, el rol del abogado en la sociedad del
siglo XXI debe adaptarse a los cambios impulsados por las nuevas tecnologías de
la información y comunicación, todo esto sin perder de vista su papel histórico
de líder intelectual / social y jurisconsulto.
Abg. Nicolás Gualle
ASESOR JURÍDICO