El Decálogo del Abogado
es un valioso instrumento de la deontología jurídica, pero adicionalmente nos
aporta muchas luces para el ejercicio de la profesión. Este análisis va
dirigido para nuestros colegas y clientes, y al público en general ávido de
nuevos conocimientos.
I
ESTUDIA: El
derecho se transforma constantemente, si no sigues sus pasos, serás cada día
menos abogado.
Interpretación.-Para
ser un buen asesor jurídico se requiere una actualización constante de conocimientos,
y no solo de derecho, sino de forma multilateral, pues un abogado (a) no solo
es una persona que sabe de normas, leyes y procedimientos, sino además debe
conocer de psicología, sociología, economía, historia, política, relaciones y
habilidades sociales, etc. En esta profesión hay que leer mucho, analizar,
interpretar, escribir, retroalimentar el conocimiento, en la medida de lo posible
debes convertirte en un ‘polímata’.
II
PIENSA: El
derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
Interpretación.-Un
abogado ‘memorista’ sirve de poco, pues la simple repetición de códigos,
artículos y reglamentos se convierten en frases vacías. Lo importante es el análisis,
la interpretación y la aplicación que podemos y debemos hacer de cada Ley,
Código, etc.
III
LUCHA: Tu
deber es luchar por el derecho; pero el día en que encuentres en conflicto el
derecho con la justicia, lucha por la justicia.
Interpretación.-No
todo lo legal es justo, ni todo lo justo es legal, tremenda contradicción
judicial; en última instancia debemos luchar por la justicia, entendida ésta
como ‘dar a cada quien lo que le corresponde’, y ‘de cada quien según sus
capacidades, a cada quien según sus necesidades’.
IV
TRABAJA: La
abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
Interpretación.-La
abogacía no se aprende desde los escritorios; hay que salir a la calle, a Tribunales,
Notarías, Fiscalía y demás dependencias públicas para ejercer el derecho.
V
SE
LEAL: Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar
hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal con el adversario, aun cuando él
sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe
confiar en lo que tú le dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez
debe confiar en lo que tu invocas.
Interpretación.-La
lealtad es quizás, uno de los mayores valores que puede tener el ser humano. En
el caso de la abogacía, debemos ser leales con el cliente por ejemplo con el
SECRETO PROFESIONAL; y no abandonarlo salvo que éste de razones para hacerlo
como no pagar los honorarios pactados en el caso de ser un defensor privado.
VI
TOLERA:
Tolera la verdad ajena en la misma manera en que quieras que sea tolerada la
tuya
Interpretación.-La
verdad objetiva es una sola, por ejemplo un vaso de vidrio es un vaso de
vidrio, el uso o la percepción que tengamos del mismo es otra cosa, por ende lo
que hay que tolerar es la versión de los hechos, la percepción que sobre una
causa o proceso tiene la otra parte.
VII
TEN
PACIENCIA: En el derecho, el tiempo se venga de las cosas que se
hacen sin su colaboración
Interpretación.-Hay
momentos en que el cliente, y no sin justa razón, se desespera por su caso y
quiere soluciones casi instantáneas, mágicas. Eso simplemente es imposible.
Para ejercer correctamente el derecho se requiere tiempo: para conocer bien el
caso, recabar las pruebas suficientes, analizar que códigos y leyes son los
aplicables, el tipo de procedimiento, etc.
VIII
TEN
FE:
Ten fe en el derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana; en
la justicia, como destino normal del derecho; en la paz como sustitutivo
bondadoso de la justicia; y sobre todo ten fe en la libertad, sin la cual no
hay derecho, ni justicia, ni paz.
Interpretación.-En
este caso la fe es análoga a la confianza, es decir confiar en el Derecho, la
Justicia, la Libertad, es correcto; sin embargo, tener muy en cuenta que en
base a las leyes de la dialéctica todo está en constante cambio y movimiento,
he ahí la necesidad de analizar cada ley, hecho o proceso en su marco histórico
concreto, o en su entorno y contexto exactos.
IX
OLVIDA: La
abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma
de rencor, llegará un día que la vida será imposible para ti. Concluido el
combate, olvida tu victoria como tu derrota.
Interpretación.-La
abogacía es una de las carreras profesionales más estresantes, pues hay que
leer mucho, analizar, investigar, realizar escritos, caminar por dependencias
públicas, enfrentarse a la contraparte, a veces recibir malas contestaciones o
dilaciones por parte de autoridades, e incluso desplantes por parte de ciertos
clientes. Con el tiempo y la práctica, los abogados aprendemos a ‘surfear’ en
estas difíciles olas de la praxis jurídica; por lo que es importante no tomarse
nada a título personal, las victorias suman, las derrotas aleccionan, pero en
cualquier caso hay que voltear página y seguir con el curso de la vida.
X
AMA
TU PROFESIÓN: Trata de considerar la abogacía de tal
manera, que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres
un honor para ti proponerle que se haga Abogado.
Interpretación.-La
profesión de abogado tiene un importante rol social, más allá de las ‘manchas’
que pueden haber dejado en ella unos cuantos malos elementos y autoridades. Los
abogados debemos ejercer el derecho con valentía y energía, dejar el mundo
mejor de cómo lo encontramos, que al finalizar el día, el mes, el año, la vida,
digamos con orgullo: como abogado (a) viví, luché, gane, perdí, contribuí al
mundo, estoy satisfecho con mi profesión!
Para consultas,
procesos o trámites, puede contactarnos al whatsapp: 0998725157; al correo electrónico: nicoegaabogacia@gmail.com ; o acudir a nuestras oficinas ubicadas
en las ciudades de Riobamba y Quito.
Abg. Nicolás
Gualle
ASESOR
JURÍDICO
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