Por: Abg. Nicolás Gualle – 0998725157
Hace unos días tuve una conversación con unos colegas y salió el tema de qué es lo que realmente le da capacidad y competencia a un profesional del derecho para tener cierto nivel de éxito.
Muchos creen que tiene que ver directamente con el origen de su titulación académica o la acumulación de “cartones” (ya se trate de maestrías, diplomados, etc.). En lo personal tengo la teoría de que la universidad le otorga a un abogado a lo sumo el 30% de su capacidad profesional, mientras que la práctica le otorga un 70%.
Cuando era estudiante de derecho, allá por el año 2015, tuve la ventaja de conocer a varios tramitadores, de los que en el mundo del derecho se les denomina despectivamente como “tinterillos”. Estos tramitadores conocían los detalles, pormenores, leyes, tejes y manejes de una gran cantidad de trámites y procesos, a fuerza de repetir una y otra vez un mismo procedimiento, habían logrado acumular amplia experiencia y conocimientos (empíricos, pero conocimientos, al fin y al cabo).
Se llegaba al caso de que, incluso, ciertos abogados consultaban a los tinterillos sobre cómo realizar tal o cual trámite. Es decir, la PRÁCTICA supera con creces a la TEORÍA.
Esto no significa en modo alguno que la universidad y los cartones colgados en la pared no sirvan de nada, SINO que, si dichos títulos no vienen acompañados de cientos y miles de horas de práctica profesional, de cientos y miles de horas de salir del despacho a recorrer unidades judiciales, notarías, etc., pierden calidad, se devalúan por sí mismos.
En la Universidad al estudiante se le enseña básicamente a estudiar los códigos (en frío, en abstracto), se simulan audiencias (que distan mucho de la realidad), se le pinta una imagen idílica de lo que son (o deberían ser) los jueces, otros colegas y los clientes, pero ya una vez graduados se les viene el mundo encima. No pasa nada, así se aprende.
Por eso, y tomando en cuenta que este blog es leído por miles de estudiantes de derecho y colegas jóvenes, les comparto esta enseñanza de que: LA UNIVERSIDAD ES EL 30%, LA PRÁCTICA EL 70%.
Y de igual manera, a los clientes que sepan que el hecho de que un abogado les “muestre” una gran cantidad de títulos y diplomas colgados en la pared o redes sociales, NO GARANTIZA en lo absoluto que tenga la experiencia y sapiencias suficientes para resolver el caso; para saber de qué está hecho un abogado (a) deberá conocer su pasado, cuáles casos de relevancia ha tenido bajo su cargo, si aporta valor a la comunidad o no, etc.
Si requiere asesoría jurídica puede contactarnos al correo electrónico: nicoegaabogacia@gmail.com, al whatsapp: 0998725157, o acudir a nuestra oficina ubicada en la ciudad de Quito.
Abg. Nicolás Gualle
ASESOR JURÍDICO